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El Mapa de Patrimonio Minero, un "lavado de imagen" para el sector extractivista en Galicia

Salvemos Cabana considera que tanto el proyecto Atlanterra como la red Green Mines, impulsores de la publicación, forman parte de una estrategia de marketing financiada con fondos estructurales comunitarios y apoyada por el lobby europeo de la Gran Minería (Euromines) que en algunos casos puede servir para legitimar a nivel de la UE las aberraciones ambientales cometidas por las industrias extractivas.

Imagen de uno de los mapas incluídos en la publicación del IGME
El Mapa de Patrimonio Minero de Galicia, coordinado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y financiado con fondos FEDER, tiene el objetivo, en teoría, de "aprovechar el patrimonio de las áreas mineras abandonadas para contribuir a su desarrollo socioeconómico" a través de "la promoción del turismo cultural y de naturaleza (geoturismo), la divulgación de la cultura y tradiciones asociadas a las actividades mineras, y la gestión sostenible de este patrimonio histórico-cultural y natural".

No obstante, los fines sobre el papel contrastan con la realidad de un mapa que considera un "patrimonio" auténticos desastres ocasionados por la industria minera en zonas de Galicia como la comarca de Valdeorras, la mina de Touro, o el Monte Neme -entre otros-.

UNA PATENTE DE CORSO PARA EL SECTOR DE LA GRAN MINERÍA EN EUROPA

Atlanterra (2010-2012) es un proyecto entre regiones atlánticas europeas que incluye un total de diez miembros entre organismos gubernamentales, administraciones locales y organizaciones relacionadas con el sector minero de Irlanda, Gales, Francia y Portugal, establecidas actualmente en una red denominada Green Mines.

Aunque entre sus actividades se incluyen propuestas de notable interés, como la investigación de antiguos yacimientos romanos relacionados con la actividad minera en Galicia, Atlanterra está sirviendo de cajón de sastre para legitimar todo tipo de proyectos que han provocado efectos devastadores sobre el medio ambiente de las zonas implicadas.

Atlanterra parte del concepto erróneo del denominado "paisaje minero". La explotación minera transforma el paisaje natural en "paisaje industrial", y tras su cierre en el denominado "paisaje cultural", ideas refrendadas en la propia página web de Euromines, todopoderoso lobby europeo del sector, que recoge que, además, el concepto de "Patrimonio Minero" ofrece "la oportunidad para una amplia gama de experiencias educativas para las escuelas, instituciones de educación superior y el público", pues los yacimientos mineros ofrecen "la posibilidad de una mayor conciencia pública y el respeto por la industria minera y sus procesos", sin duda una extensa cadena de eufemismos que pueden servir para ocultar las graves consecuencias que a menudo acompañan a la actividad de las industrias extractivas.

Así, en la publicación del Mapa de Patrimonio Minero de Galicia se incluye como ejemplo una referencia directa a la situación causada por el sector pizarrero en Ourense afirmando que "la mezcla de zonas abandonadas de explotación de pizarras con canteras en actividad, constituyen paisajes mineros de laderas descarnadas", obviando que en la comarca de Valdeorras unos 30 kilómetros cuadrados de la Serra do Eixo se han convertido en descomunales escombreras que superan los 400 metros de altura, se han secado y contaminado con metales pesados varias decenas de kilómetros de tres afluentes del Sil (San Xil, Valborraz y Casaio) y la zona no admite ningún tipo de restauración posible, con lo que el lema de la red Green Mines de "gestión medioambiental sostenible de los espacios degradados por la actividad minera" no deja de ser una falacia y un mero lema propagandístico a favor de la industria.

(5.5.2014)