La Xunta de Galicia debe de restaurar de manera subsidiaria los cursos fluviales afectados por las antiguas labores mineras de Touro
La Asociación Salvemos Cabana, que puntualmente presentó alegaciones, se felicita por la decisión de la Xunta de no autorizar el proyecto de reapertura de la mina de cobre de Touro, pero recuerda que la situación actual de los cursos fluviales de la zona es incompatible con la actual legislación europea en materia de protección de aguas y que un Gobierno responsable ha de velar, ante todo, por la protección de la salud humana y el medio ambiente.
Contaminación minera en el río Portapego a su paso por la localidad de Touro |
Salvemos Cabana remitió ya este
caso a la Oficina del Defensor del Pueblo en el año 2013 por sus
similitudes con el proyecto aurífero a cielo abierto de Corcoesto dado
que la mina de Touro, de más de 600 hectáreas de extensión, fue
explotada en el período 1974-1988 para la extracción de cobre, aunque
también se obtuvieron pequeñas cantidades de oro a partir del
concentrado.
Dicho proyecto fue operado a cielo abierto
sin ningún tipo de restauración posterior y tras su abandono en los
años 80 no existió un control significativo por parte de las autoridades
de la Xunta de Galicia, lo que derivó en la oxidación de los sulfuros
metálicos presentes en el mineral en contacto con los elementos y la
extrema acidificación de las aguas de drenaje, generando un problema de
salubridad ambiental y un riesgo evidente para las poblaciones
limítrofes.
Tras una investigación desarrollada en
profundidad por el Alto Comisionado, el Defensor del Pueblo incluyó a la
Consellería de Economía e Industria, y por ende al actual Ejecutivo de
la Xunta de Galicia, dentro de las administraciones "no colaboradoras o
entorpecedoras", tal como figura en el Anexo D de su informe del año
2017, lo que en la práctica demostró el poco interés del Gobierno gallego
en poner una solución efectiva al problema.
LA SITUACIÓN ACTUAL EN TOURO NO ES COMPATIBLE CON LA PROTECCIÓN DE LA SALUD HUMANA Y LOS ECOSISTEMAS
La
cancelación del proyecto de reapertura de la mina de cobre de Touro
debe servir de punto de partida para que la Xunta de Galicia deje de
eludir de una vez por todas los problemas de seguridad y restauración
provocados por la actividad minera en Touro y dé cumplimiento a la
normativa que a nivel europeo apuesta por la protección de los recursos
hídricos y los ecosistemas asociados.
Así, la Directiva
2000/60/CE, del Parlamento Europeo y el Consejo, por la que se
establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de política de
aguas busca prevenir "todo deterioro adicional" protegiendo y mejorando
el estado de los ecosistemas acuáticos, tomando cuantas medidas sean
pertinentes para garantizar la reducción progresiva de la contaminación
evitanto nuevos casos en aguas superficiales o subterráneas.
Teniendo
en cuenta estas consideraciones, el Ejecutivo gallego tiene ahora la
oportunidad de demostrar en Touro su apuesta por el interés común
ejerciendo una responsabilidad institucional que si bien llega con mucho
retraso lo hace en el momento preciso para dar un cambio de rumbo a su
política minera, que estos últimos años ha unido en su contra a
colectivos, personas y entidades de toda Galicia.
(29.1.2020)