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Asociaciones de defensa ambiental de Bergantiños critican la "conversión" al "ecologismo" del alcalde de Cabana

Reunión de los alcaldes en una imagen el Ayuntamiento de Carballo

Petón do Lobo, Salvemos Cabana, Cova Crea y Ouriol do Anllóns valoran como una nueva muestra de oportunismo político y una completa tomadura de pelo que el mayor impulsor del frustrado proyecto minero de Corcoesto y uno de los defensores del proyecto eólico Mouriños de Gas Natural Fenosa, que podría acabar con una de las últimas sierras vírgenes de la Costa da Morte, haya sido partícipe esta semana de una reunión celebrada en Carballo para estudiar la adhesión de la Comarca de Bergantiños a la Reserva de la Biosfera de As Mariñas Coruñesas y la puesta en valor del río Anllóns.

José Muiño Domínguez (PP) se ha convertido, de hecho, en el alcalde más contestado de la historia reciente de Galicia, y para muchos será únicamente recordado por su actitud de imposición permanente y de condescendencia con los grandes intereses empresariales, apostando por un modelo de desarrollo totalmente insostenible para uno de los ayuntamientos con mayores valores ambientales de todo el territorio gallego.

Así, Muiño apostó sin fisuras por el proyecto de reapertura a cielo abierto de la mina de oro de Corcoesto, que podría dejar un legado ambiental inasumible en un entorno de elevados valores paisajísticos y patrimoniales y, en la misma línea, no puso objección alguna a que la transnacional Gas Natural Fenosa pueda llevarse por delante con su proyecto eólico Mouriños una de las últimas sierras vírgenes que aún quedan en la Costa da Morte, la del Gontón.

En estas circunstancias José Muiño, que ni siquiera tiene su residencia habitual en el ayuntamiento que gobierna, pretenda ser ahora partícipe de términos como "puesta en valor", "conservación" y "reserva", no deja de ser algo más que una broma de mal gusto ante la realidad que ha desarrollado durante estos años al frente del Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños, y que de manera constante le ha granjeado críticas y enemistades con muchos vecinos y vecinas.

El alcalde de Cabana parece olvidar, con sus hechos, que la protección ambiental debe prevalecer sobre la ordenación territorial y urbanística, y que el principio de cautela o precaución debe incorporarse siempre a todas aquellas intervenciones que puedan afectar a los espacios naturales. Porque a la vista está que sus políticas no apuestan por la sustentabilidad sino por la comercialización de la naturaleza, olvidando que la conservación del patrimonio natural y la conservación de la biodiversidad que reside en estas zonas también cumple una función social relevante por su estrecha vinculación con la salud pública y el bienestar de las personas.

(3.3.2018)