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Salvemos Cabana pide no bajar la guardia ante el anuncio de que el Gobierno gallego no autorizará el parque eólico Pena dos Mouros y llama a inundar la Xunta de alegaciones contra el proyecto de EDP Renovables

La noticia de la presumible cancelación del proyecto, que hoy avanza El Correo Gallego, marca un hito en la preservación ambiental de Galicia y podría suponer la protección efectiva de los Penedos de Pasarela y Traba frente a la amenaza de este y futuros proyectos energéticos, además de un impulso definitivo a la conservación de todos los espacios pertenecientes a la Red Natura 2000 en la zona.

La Costa da Morte necesita protección y respeto, no más parques eólicos (Foto: Asociación Salvemos Cabana)

Pese a que todo indica que este hecho se hará realidad, la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana llama a no bajar la guardia e inundar a la Administración de alegaciones, y a tal fin recuerda que ha puesto a disposición de todas aquellas personas interesadas un escrito listo para su entrega en ir.gl/alegapenadosmouros, concluyendo el plazo de entrega a la Xunta este jueves 20 de abril.

El texto realiza en 16 páginas un análisis pormenorizado de la documentación del parque eólico de EDP Renovables en los todos los ámbitos del mismo, que van desde su conveniencia en el actual contexto energético de Galicia hasta el impacto del proyecto sobre paisaje, biodiversidad y ámbito social y económico.

El documento, de hecho, detalla la justificación que supuestamente va a utilizar el Gobierno gallego para no autorizar ambientalmente el proyecto, pues Salvemos Cabana considera que la plan diseñado por la empresa pasa por alto y de manera notoria algunas de las recomendaciones del Ministerio para la Transición Ecológica, que en 2020 dio a conocer un conjunto de directrices elaboradas por la Red de Autoridades Ambientales, constituida a propuesta de la Comisión Europea y coordinada por el propio organismo.

En este sentido, los especialistas abogan por evitar proyectos que se desarrollen en áreas donde perjudiquen las estrategias de desarrollo local o rural del territorio "o sean incompatibles con otras formas de desarrollo sostenible susceptibles de generar más empleo o de fijar más población en el medio rural".

De igual manera, debe evitarse la instalación de parques eólicos "que generen gran rechazo en la población local" y que instalen sus infraestructuras a menos de 2 kilómetros de núcleos habitados y áreas con usos sensibles como el residencial, sanitario, docente o cultural.

Por otra parte, las autoridades consideran que tampoco deben instalarse este tipo de proyectos energéticos en espacios pertenecientes a la Red Natura 2000 y su entorno inmediato con radios de protección que oscilan hasta los 5 kilómetros para zonas especiales de conservación (ZEC) y de hasta 10 en zonas de especial protección para las aves (ZEPA) con presencia de especies protegidas de quirópteros.

Además, los técnicos consideran que no debe afectarse a lugares de interés geológico -como en el caso de los Penedos de Pasarela y Traba-, y que tampoco deben instalarse parques eólicos "en el entorno de paisajes naturales o culturales protegidos, de áreas con objetivos de calidad paisajística o de áreas englobadas en catálogos de paisajes singulares o sobresalientes".

FALTA DE LICENCIA SOCIAL

Finalmente, hay que destacar que el proyecto del parque eólico Pena dos Mouros también ignora las recomendaciones de la propia Xunta de Galicia en lo que a licencia social se refiere, pues la "Guía de criterios de integración paisajística de parques eólicos" publicada por la Administración autonómica explicita que "se está extendiendo en el ámbito internacional el concepto de la consecución de la SLO (Licencia Social para Operar) como marco útil en el desarrollo eólico". En esta línea, la promotora no plantea ningún sistema de validación social al respecto anunciando en cambio un plan de visitas guiadas a posteriori con el parque eólico una vez instalado por lo que la aprobación previa de la población, que en este caso debe considerarse esencial, es completamente inexistente.

En este punto es necesario tener presente que las propiedades particulares de los residentes en el área de influencia de un parque eólico, como viviendas y terrenos edificables, bajan su valoración económica de manera notable una vez instalado el proyecto, porque al fin y al cabo nadie quiere vivir de manera consciente con la problemática derivada de la instalación de aerogeneradores de grandes dimensiones en la proximidad de la zona donde tiene establecida su vivienda y proyecto vital. 

(19.3.2023)